Pocas veces escribo sobre un libro, en esta ocasión se trata de la presentación realizada en la XXVII Feria Internacional del libro del Palacio de Minería el domingo 21 de febrero.
El Libro es una recopilación del
simposio que se realizó el 19 de marzo del año pasado.
Cuenta con la participación de
notables Científicos en diferentes áreas de Investigación como son:
Los
Astrónomos Manuel Peimbert Sierra y LuisFelipe Rodrígues Jorge
Los Médicos RuyPérez Tamayo y AdolfoMartínez Palomo
La Psicóloga MaríaElena Medina-Mora
El
Biólogo Antonio Lazcano Araujo
La
Arqueologa Linda Rosa Manzanilla Naim
Los
químicos Attila Pavlath y
Eusebio Juaristi
Como lo indica el prólogo se pueden
leer desde aspectos generales hasta el punto de vista particulares, lo que le
da un carácter singular a la publicación.
Si se buscara una descripción
general del texto diría que la QUÍMICA es la ciencia que ha roto todos los
paradigmas y que al lograrlo nos permite desde entender el universo hasta
realizar las modificaciones que se deseen a cualquier substancia.
Inicia con la síntesis de los
elementos químicos y nos permite adentrarnos a preguntas fundamentales como la
edad del Universo explicando de manera realmente accesible como podemos
conocerla considerando aspectos fisicoquímicos como la temperatura. Este recuento
de hechos es una invitación para resolver ecuaciones sencillas que nos permiten
aproximarnos al momento en el que ocurrieron algunos hechos y entender algunas
cosas como por ejemplo los 118 elementos químicos que actualmente forman
nuestra tabla periódica. O tal vez en las estrellas exista un mayor número.
También permite predecir lo que
pasará después de que las reacciones nucleares para producir helio terminen y
cómo podemos pasar a elementos más y más pesados así como de la
producción de energía a la disminución del calor.
Se explica en este libro porque
existen tantos elementos presentes en diferente abundancia sin embargo porque
en el espacio se producen muy pocos compuestos químicos.
Después del Universo podemos
regresar a la tierra y empezar por considerar los elementos que la conforma;
porqué a pesar de la evidencia reconocida de la tabla periódica llena hasta el
7º periodo menos de 10 componen (ojo sin contar su atmosfera).
También muestra lo cotidiano que
puede ser la química en nuestras vidas. Desde ver las estrellas hasta conocer
los componentes esenciales que nos hacen la vida actual posible y lo que
esperamos para el futuro (tal vez un mundo en el que se produzca la energía de
manera limpia y sustentable).
Encontramos algunos
aspectos históricos relacionados con científicos que tuvieron contribuciones
interesantes por sus conocimientos de química o aun prescindiendo de ellos.
Contiene elementos que nos hablan
de cómo se rompen los paradigmas teniendo personajes como Paracelso que se
atrevió a utilizar procedimientos poco ortodoxos para la práctica médica o
Watson y Crick quienes fueron galardonados con el premio Nobel en fisiología o
medicina en 1962 siendo Watson biólogo y Crick físico, logrando entender a
nivel molecular la estructura de los ácidos nucleicos apoyándose en trabajos
previos, logrando entender cómo funcionan los genes. Sin más elementos que un
origami.
Aun cuando un químico podría
desarrollar el texto involucrando los esquemas que estamos acostumbrado para
describir todas las transformaciones, desde las reacciones nucleares hasta la
síntesis de drogas de diseño éste no es su objetivo. Por lo que las únicas
reacciones químicas descritas son aquellas que tienen mecanismos muy peculiares
y que no se llevan a cabo de la misma manera en nuestro planeta.
Contiene ilustraciones muy bonitas
que van más allá de la descripción del texto. En algunos momentos parece muy
optimista y la carrera contra el tiempo pareciera que la podríamos superar tal
vez con un auto que utilice agua como combustible (en realidad hidrógeno producido por
hidrólisis del agua).
Discute la química prebiótica como
se origina en el espacio entre las estrellas y en la tierra. Lo que permite
vislumbrar que ésta investigación está vigente.
Se repite en dos ocasiones una
frase de la cual estoy parciamente de acuerdo y es la siguiente:
Los
átomos equivalen a las letras del alfabeto (que son 27) y las moléculas a las
palabras (que son un número mucho más grande).
Podríamos
extrapolar esta metáfora para decir que la vida es como la poesía: una
combinación de moléculas (palabras) que presentan un comportamiento
impredeciblemente mucho más complejo que las partes que las componen (las
letras).
Comentario personal:
Tal vez para la poesía como para la
vida hay que acomodar las palabras exactas, la rima perfecta y que tengan
además el ritmo que nos dé la sensación correcta.
En realidad en lo personal una
reacción química se puede ver como un verso y la síntesis total sería un poema.
Por lo que la vida definitivamente
debe ser algo mucho más complejo que una novela.